domingo, enero 10, 2010

Bajo advertencia no hay engaño



Ya es sabida la tragedia que sacudió al fútbol mundial esta semana cuando los camiones que transportaban a la delegación de Togo a la Copa Africana fueron cobardemente atacados. El ataque se lo adjudicó el denominado FLEC, un grupo separatista que busca la independencia de la zona de Cabinda.
¿Qué tiene Cabinda que lo hace tan atractivo? Para empezar, este es un territorio anexado a Angola y que se encuentra geográficamente separado al país y está rodeado por Congo y el Océano Atlántico. Dicha separación es la que impulsa al FLEC a intentar convertirse en un estado soberano e independiente de Angola. Sin embargo, este no es el único factor preponderante, resulta que en Cabinda es donde se concentra la mayoría del petróleo angoleño y Agip y CHevron juntas, poseen más del 80por ciento del mismo, por esta razón, es imposible cederle a los separatistas el estado que reclaman.
Lo que pasó con el autobús de Togo no fue un hecho aislado. Angola viene saliendo de una guerra civil, donde cayeron millares de personas y que puso una vez más en vilo la paz del continente. Defintivamente los autores materiales y el FLEC son los culpables directos de esta masacre, pero debe quedar clarísimo que no son los únicos. El gobierno angoleño se ha querido lavar las manos y culpa a la delegación de Togo de lo ocurrido! Qué cinismo! Y todo porque supuestamente las autoridades notificaron a las selecciones que tendrían que accesar a Cabinda por aire y no por tierra, algo que resulta inaudito. Que me expliquen, ¿por tierra no pueden garantizar la seguridad de los equipos? Entonces no debieron haber pedido la sede del torneo. No están listos y a este ritmo, tristemente, nunca lo estarán.
Más culpables: La FIFA, pues quién más? Ellos son los culpables de la mayoría de las desgracias que envuelven al fútbol. Blatter es el peor dictador y cualquiera que busque sublevarse recibe como castigo la desafiliación de su federación (saludos Irak). Este suizo de quinta se ha encargado de satisfacer sus caprichos personales sin importar las consecuencias. Angola nunca debió recibir la autorización para llevar a cabo la Copa Africana de Naciones. Simplemente las condiciones para hacerlo no existen. El dinero no lo es todo y queda clarísimo que un evento de esta magnitud no sale a punta de billetazos.
Ojalá me equivoque, pero es muy probable que el Mundial también se vea opacado por la violencia que impera en Sudáfrica (otro experimento Blatteriano).
Ya de salida… Estamos al medio tiempo del partido inaugural de la Copa, el local Angola ya le gana 2 a 0 a Malí y la gente no cabe de felicidad. La afición es la única que no es culpable, pero siempre es la que sufre las consecuencias.

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