lunes, abril 24, 2006

Crónica de un campeonato anunciado... ( 1era parte)


Sábado 1 de octubre del 2005
Era hora de madrugar, si es que se le puede llamar así a no dormir.
Las manecillas del reloj marcaban las cuatro horas, la gran ciudad aun dormía y ya era tiempo de emprender el viaje.
La llegada al aeropuerto, como de costumbre: tráfico desde la madrugada, el Starbucks abriendo, los periódicos a las puertas de los locales y al fondo el fío mostrador de Copa Airlines. Frío por la baja temperatura pero caliente por el fervor que invadía a todos aquellos para los que Panamá solamente era una escala antes del campeonato.
Llegó la hora de abordar el Boeing 737-700, todo estaba listo para tomar la pista cuando de tajo las luces se apagaron haciendo acto de presencia los señalamientos de emergencia. El retraso era inminente, la salida programada para las 6.50 am se desvanecía.
La espera fue eterna, sin luz y sin aire acondicionado y con la puerta cerrada. La nave despegó pasadas las 8 horas.
La primera experiencia en la línea panameña tenía altibajos, sin turbulencia durante las más de 3 horas en el aire. El avión tocó tierra a las 11.20 am, habíamos perdido la conexión a Lima.

La escala en el país más céntrico del continente sería solamente de 8 horas, suficientes para darse cuenta que¨Panamá ( como toda América Latina) es un país de extrema pobreza, donde la riqueza está concentrada en un pequeño sector de la población.
Para salir de la terminal había que comprar una visa con valor de 5 dólares; al pasar migración y aduana, empieza la caza por conseguir la mejor tarifa por un taxi para ir al centro.
50 dólares para ir al Canal eran una barbaridad comparado con los 25 centavos que cuestan un refresco o el "bus". Logré negociar el trayecto a Las Plazas ( aproximadamente 10 minutos) en 5 dólares.
Al llegar a lo que ellos llaman mall, mi sorpresa fue grande al divisar Banco Azteca . Increíble.
Con el Sol a todo lo que daba, emprendí el camino por las tiendas vislumbrando un Mcdonald´s, el cual se volvió parada obligatoria después de medio día sin probar alimento alguno.
De la hospitalidad panameña no me puedo quejar y menos de los precios exhibidos en sus aparadores. Estas tierras son el Houston de Latinoamérica.

Justo a las 16 horas decidí que el regreso al aeropuerto se acercaba, como todo un conocedor ( pero sin serlo), me dirigí al paradero para tomar el "bus" con dirección al Aeródromo de Tocumen. Al abordarlo, sentí todas las miradas de los pasajeros encima y me percaté de que el camino sería peligroso, y no nadamás por todos los´artículos de gran valor dentro de mi único equipaje sino por la vereda sinuosa que habríamos de cruzar para llegar a mi destino.
El trayecto se hizo más fácil por la grata compañía de una anciana que en 15 minutos me contó cómo es la vida en su país. Habido pasado los 15 minutos, dejé el camión y completé a pie los 10 minutos de la carretera a la terminal aerea que hacen llamar "Hub of the "Americas".

Resignado a esperar durante las siguientes 3 horas, me enfilé hacia el counter donde me documenté y recibí un boleto sujeto espacio a "la tierra prometida".
Me instalé frente a un ventanal con vista hacia la pista y me dediqué a observar los 5 aviones que aterrizaron entre las 5 y 6pm. Para las 18 horas, el aeropuerto dejó de tener la calma de un desierto para convertirse en una pachanga al estilo latino... el vuelo de Sao Paulo en la 18, a México por la 21, Medellín en la 8 y Lima en la 29.

Caras conocidas comencé a observar, entre ellas los papás de César Villaluz. Para este momento la amistad de 12 horas parecía de años.

Continuará el día de mañana ( martes)...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

mmm es una buena crónica para los q quisieran ir a esos partidos, la atmosfera es parte del viaje... el "color" pero con una perspectiva mas amplia...todo forma parte para los aficionados!

Mac dijo...

Felicidades! que más te puedo decir, esta excelente tu entrada.

Luis dijo...

Muchacho de verdad que increible que tuviste la oportunidad de ir a ese juego, para ver no mas a la Selección Mexicana Campeón Mundial. Esta muy buena la crónica

Anónimo dijo...

¿cómo olvidarlo?! desde que estos chavos fueron campeones, todo puede pasar! bueno... casi todo