viernes, abril 28, 2006

Crónica de un campeonato anunciado ... (5ta parte)


El medio tiempo se hizo eterno. El ambiente aunque de final, era frío, los peruanos nunca se inmiscuyeron como debieron, aun así la felicidad de los mexicanos desbordaba la pasión concentrada en el Nacional de Lima.
Los equipos regresaron al campo para reiniciar las hostilidades. Se movió la redonda y ya sólo faltaban 45 minutos para la ansiada corona.

El segundo tiempo fue un reflejo de la desesperación brasileña, solamente tuvieron una llegada de peligro que se estrelló en el horizontal defendido por el pequeño gigante Arias. Con la lesión del jugador Anderson, que era la estrella brasileña,la verdeamarelha no encontró el rumbo y cada segundo que pasaba era desesperación pura.
Durante los primeros 20 minutos los nuestros cedieron la iniciativa pero llegaban con peligro a través de los letales contragolpes de Giovanni Dos Santos y Carlos Vela.
Mientras tanto, los mexicanos presentes en el coloso limeño nos comíamos las uñas de los nervios, la tribuna occidental no se volvió a sentar después del 2do gol y los gritos de los aficionados se hacían sentir por doquier.
Las porras se escuchaban tan alto que el mismo presidente peruano quedó asombrado, los periodistas se acercaban a captar el momento y la banca mexicana volteaba a animarnos más. El clímax estaba por venir… a menos de 10 minutos de finalizar el partido, Jesús Ramírez decidió sacar de la cancha a Giovanni Dos Santos, la clientela se le entregó con el mayor aplauso del torneo, reconocían que nuestro pequeño prodigio había sido el mejor de su mundial.
Al partido se vino Ever Guzmán ( el único que ya había jugado en 1era división), éste hombre de Monarcas Morelia siempre que venía desde la banca se volvía la sensación y el 2 de octubre del 2005 no fue la excepción: a los pocos segundos de haber ingresado, Guzmán se enfiló desde la media cancha hacia la portería brasileña, la pelota le cayó en los pies a gran pase tricolor, Ever forcejeó 20 metros con la defensa, llegó a la portería y fue derribado en claro penal que no se marcó, él no se rindió y a base de coraje y entusiasmo se hizo de la pelote, giro en su propio eje y fusiló el marco de los sudamericanos. ¡Voooy que te quedó jabóóóóóóón!
¡Goooooooooooooooool de México ! El festejo retumbó desde Lima hasta el Ángel de la Independencia, México iba a ser campeón del mundo y yo viéndolo en el lugar de los hechos. Guzmán corrió hacia la tribuna y comenzó un jarabe tapatío improvisado, a partir de ese momento el Cielito Lindo no cesó; faltaban 5 minutos más la reposición y el trofeo ya era nuestro.
Las lágrimas ya se veían por todas partes, no hay forma de describir el momento en que finaliza el partido y el júbilo , la alegría, la pasión mexicana se hacían sentir como nunca.
En el campo los jugadores brincaban y se abrazaban mientras que Diego y yo ya buscábamos la forma de acercarnos a los jugadores para darles mi bandera. Nos colamos entre la seguridad del inmueble y en un tris estábamos en la primera fila, justo a lado de la banca nacional. Nos estábamos volviendo locos, Ever Guzmán se acercó a que le diéramos el lábaro patrio. Llegó el momento de la coronación: Josep Blatter primero premió a Turquía, Holanda, Brasil y finalmente al campeón: nuestro México
Uno a uno nuestros ídolos fueron desfilando , Vela, Villaluz, Esparza, Hernández,Arias,Aldrete,Moreno, Dos Santos, Sánchez y Valdés se convertían en niños héroes, lo habían dado todo por su país y los resultados saltaban a la vista. Sólo faltaba uno: Patricio Araujo, capitán, se encaminó al podium, recibió el trofeo de manos de Blatter y lo alzó. ¡México, campeón del mundo! El trabajo de años al fin traía consecuencias, cuántos gritos ahogados salían de nuestras gargantas, cuántas frustraciones olvidamos en ese momento, cuánto nos dio esta selección…

Continuará el lunes 1 de mayo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena crónica! Ojalá que a los jugadores de esa generación si se les aproveche, se les de oportunidades y continuidad desde ahorita y no vaya a pasar como en tantas veces anteriores, que teniendo tanto potencial se pretende que se "esperen" a que jugadores de generaciones más arriba comienzen a retirarse o a bajar de nivel para "reemplazarlos" (ya que por supuesto, el resultado de éste es que se ocupe un lugar en la banca, donde por supuesto no obtienen experiencia ni práctica hasta que llegan a una edad en la que sin estos elementos solo pueden aspirar a poco).

Fernando Del Río dijo...

tranquilos fervientes lectores aun falta la última parte pero saldrá en la semana porque debe ser la más emotiva para cerrar bien